Acostumbramos pensar que las cosas pueden ser seguras, que la idea de estabilidad reinará en nuestra vida permanentemente, acostumbramos pensar en que moverse significa mal. Pensamos con facilidad que la nostalgia nos causará pena, vemos los obstáculos como atenuantes y no como motivadores. Simplemente acostumbro a pensar con movimiento , animando mi cordura con escenas puras y de laboratorio, inventadas, creadas, artificiales.
Crío presas y las pruebo ante las fieras de mi propio pensar, expectante de su iniciación. Un caballero de capa caída y mirada pesada; sin alejar la mirada del horizonte. Acostumbro poner a prueba las ideas, destilarlas y conservar solo la esencia.
Acostumbramos recoger ideas para sí, renovarlas, adoptarlas, incluso si no creo en ellas. Porque así me identifico, así soy interesante. Me he acostumbrado a conseguir las cosas de la manera más dura, porque así creo que solo lo valen, mentira. E incluso, de costumbre en costumbre he olvidado mi verdadera imagen, aquella inconsistente, liviana, inteligente y ligera, aquella que recuperaré.
La costumbre de mis acciones me revelan mi poca elegancia en el manejo de mi vida, resisto los golpes en vez de sortearlos. Me he acostumbrado a repetir severamente la verdad, porque en ella me identifico y solo con la verdad sé que existo. Me he acostumbrado perseguir una sombra que delante mío siempre ha estado. Él, una barrera y una meta. Él, mi reflejo.
Llevo una vida llena de costumbres, ideas, que conviven y configuran la base de lo que soy. Conservo una idea torpe de realidad romántica y sincera, donde la verdad es severa e idealizada. Una quimera agonizante, ante una realidad dura. Consigo con esto, un modo de vivir único y añorado. Consigo establecer mi vida y realizarla a pleno, a mi modo, como creo yo y acostumbro, correcto.
jueves, 31 de mayo de 2012
viernes, 25 de mayo de 2012
Hegemonización de la arquitectura.
Qué se busca con la nueva arquitectura? una pregunta difícil de responder. Vemos sobrecogidos, como los problemas sobrepasan las soluciones, problemas de vivienda, espacio, orden, seguridad, cultura, etc. Todos estos influyen en la arquitectura.
Un problema grave, que oculto, es el de la hegemonización de la teoría arquitectónica. Un problema grave para el verdadero propósito de la arquitectura. No solo se trata de buscar lugares con buena vista o buena orientación, sino buscar una unidad entre belleza y utilidad.
Debido a la globalización, la gran oferta en formas de comunicarnos, se tiende a buscar una sola arquitectura, que ajuste a los parámetros establecidos por países de primer orden. Esto deja de lado la creación de arquitectura local, el uso aplicado de soluciones inteligentes ante problemas específicos de cada lugar. Cada lugar tiene problemas exactos, las soluciones no deben generalizarse. Es así que al pensar en falta de viviendas uno piensa como solución en un complejo de departamentos. Este pensamiento, si bien en cierta medida acertado, considero mutila la arquitectura, transformándola en tan solo una ciencia aplicada y limitando su capacidad de resolución ante problemáticas tipo. Se debe pensar en soluciones únicas, nuevas, innovar en cada problema.
Y eso no solo incluye a la práctica de la arquitectura, también al estudio de la misma. El empleo de sistemas de validación de la enseñanza de la arquitectura a nivel mundial es patético. No se puede, ni se debe convertir el estudio de esta en una simple currícula general. Debe ser diferente, en cada país, en cada cuidad. No se gradúan verdaderos arquitectos, se gradúan personas capacitadas durante 5 años para dar soluciones tipo a problemas individuales en su funcionamiento y complejidad, solo adecuándolos, solo jugando con las soluciones, no hay pensamiento, no hay verdadera capacidad resolutiva.
Este es un llamado, una queja silenciosa ante un sistema ya consumado. Esta, una visión de la arquitectura torcida que añoro, una arquitectura perfecta para un mundo imperfecto.
Un problema grave, que oculto, es el de la hegemonización de la teoría arquitectónica. Un problema grave para el verdadero propósito de la arquitectura. No solo se trata de buscar lugares con buena vista o buena orientación, sino buscar una unidad entre belleza y utilidad.
Debido a la globalización, la gran oferta en formas de comunicarnos, se tiende a buscar una sola arquitectura, que ajuste a los parámetros establecidos por países de primer orden. Esto deja de lado la creación de arquitectura local, el uso aplicado de soluciones inteligentes ante problemas específicos de cada lugar. Cada lugar tiene problemas exactos, las soluciones no deben generalizarse. Es así que al pensar en falta de viviendas uno piensa como solución en un complejo de departamentos. Este pensamiento, si bien en cierta medida acertado, considero mutila la arquitectura, transformándola en tan solo una ciencia aplicada y limitando su capacidad de resolución ante problemáticas tipo. Se debe pensar en soluciones únicas, nuevas, innovar en cada problema.
Y eso no solo incluye a la práctica de la arquitectura, también al estudio de la misma. El empleo de sistemas de validación de la enseñanza de la arquitectura a nivel mundial es patético. No se puede, ni se debe convertir el estudio de esta en una simple currícula general. Debe ser diferente, en cada país, en cada cuidad. No se gradúan verdaderos arquitectos, se gradúan personas capacitadas durante 5 años para dar soluciones tipo a problemas individuales en su funcionamiento y complejidad, solo adecuándolos, solo jugando con las soluciones, no hay pensamiento, no hay verdadera capacidad resolutiva.
Este es un llamado, una queja silenciosa ante un sistema ya consumado. Esta, una visión de la arquitectura torcida que añoro, una arquitectura perfecta para un mundo imperfecto.
domingo, 20 de mayo de 2012
Pálido Palpitar
Mi forma sufre cambios, tengo un cruz clavada bajo la vista que me aleja del horizonte, me desvía la mirada. Por mis venas siento el alivio de un prístino pensamiento. Mi cuerpo, mi yugo. Mi mente, verdugo.
Controlo las arenas del tiempo y el destino de los hombres, cambio mi parecer y volteo la mirada.
Siento el frío en mi espina, siento mi cabeza doler y siento un palpito pálido bajo mi pecho. Helado, frío y duro; por sobre todo pálido.
Los hombres no me conmueven, la gracia de sus movimientos no desvían mi mirada.
un pálido palpitar, un helado pensar, una mente oscura y bondadosa. Bajo crisis fría, en la calma, rápida.
Conozco mi cuerpo, es hermoso. Conozco mis límites y los repudio. Bajo esta forma torpe, errónea he vivido, lejos de la vida. Un homenaje merecido a mi esencia, un tributo a mi idiosincrasia. Una despedida a una forma de vida que ha cumplido su propósito, mantenerme con vida, solo eso.
Busco paz, busco armonía bajo el caos de mi pensar. La poesía es mi enemiga y mi poca educación una medalla. Sin embargo recurro a ellas para expresarme, expresar lo que tras años con golpes a tierra y pensamientos no he podido alejar.
Vivo el júbilo de no ser entendido y tengo capacidad de amar. Mi cuerpo encerrado bajo los límites humanos, mientras mi mente bordea los abismos de lo desconocido, conoce a Dios y lo desmiente. Crea sus leyes y en ellas se refugia, en ellas se protege, en ellas esta en calma. Mientras mi cuerpo deambula buscando un par, un par que no he de conocer, soy demasiado orgulloso para creer que hay otro más refugiado en el mismo lugar que yo.
Busco expresarme, busco al mundo para darle un golpe. Soy bello, soy hermoso, soy hombre entre hombres.
Mis dedos pálidos se mueven con torpeza y mi cuerpo lo lidera. Mi mente fluye y se burla. Sonrío con mis gracias y es gracias a ellas que sonrío. Observo detenidamente y cierro los ojos y sigo.
Pálido palpitar, pálido sentir, pálido amar. Tan hermoso, tan lejano, tan capaz.
Controlo las arenas del tiempo y el destino de los hombres, cambio mi parecer y volteo la mirada.
Siento el frío en mi espina, siento mi cabeza doler y siento un palpito pálido bajo mi pecho. Helado, frío y duro; por sobre todo pálido.
Los hombres no me conmueven, la gracia de sus movimientos no desvían mi mirada.
un pálido palpitar, un helado pensar, una mente oscura y bondadosa. Bajo crisis fría, en la calma, rápida.
Conozco mi cuerpo, es hermoso. Conozco mis límites y los repudio. Bajo esta forma torpe, errónea he vivido, lejos de la vida. Un homenaje merecido a mi esencia, un tributo a mi idiosincrasia. Una despedida a una forma de vida que ha cumplido su propósito, mantenerme con vida, solo eso.
Busco paz, busco armonía bajo el caos de mi pensar. La poesía es mi enemiga y mi poca educación una medalla. Sin embargo recurro a ellas para expresarme, expresar lo que tras años con golpes a tierra y pensamientos no he podido alejar.
Vivo el júbilo de no ser entendido y tengo capacidad de amar. Mi cuerpo encerrado bajo los límites humanos, mientras mi mente bordea los abismos de lo desconocido, conoce a Dios y lo desmiente. Crea sus leyes y en ellas se refugia, en ellas se protege, en ellas esta en calma. Mientras mi cuerpo deambula buscando un par, un par que no he de conocer, soy demasiado orgulloso para creer que hay otro más refugiado en el mismo lugar que yo.
Busco expresarme, busco al mundo para darle un golpe. Soy bello, soy hermoso, soy hombre entre hombres.
Mis dedos pálidos se mueven con torpeza y mi cuerpo lo lidera. Mi mente fluye y se burla. Sonrío con mis gracias y es gracias a ellas que sonrío. Observo detenidamente y cierro los ojos y sigo.
Pálido palpitar, pálido sentir, pálido amar. Tan hermoso, tan lejano, tan capaz.
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