jueves, 19 de julio de 2012

I don't like the truth, I like the feeling.

Siempre he necesitado saber, no hay nada más apasionante que la carrera por la verdad. Aquel camino tortuoso de preguntas incómodas, con el único propósito de saciar morbo.

No significa que sobrevaloré el placer de la verdad; no me apasiona saber la verdad de todo, solo de ciertas cosas, aquellas de las que me empapo, aquellas de las que me alimento. La sensación es simplemente increíble.

Pero el misterio es apasionante y entre más misterio, más ganas de saber hay. Hasta claro, las cosas dejen de ser interesantes, dejen de motivar esas ganas de aplacar la sed. Se da el tedio, el aburrimiento, esto ya lo escuché, esto ya lo sé.

Corromper mi propia necesidad para una respuesta más, doblegar mis necesidades por tan solo una oportunidad más de conocer, de indagar. Deducir apasionadamente algo tan remoto y saber que aciertas.
Saber es tener poder y con el poder viene el gozo.

Es debido a la verdad por la que existo y es gracias a ella que sigo caminando. Me intriga saber qué tengo por delante, me intriga saber que he hecho mal, pero sobre todo me intriga saber cuando pararé. Cuando me cansaré y me daré cuenta que solo tengo una lista de verdades incómodas en mi haber y ninguna memoria con quien compartir.

Y es debido a esta necesidad que he perdido muchas cosas, que he dejado de lado mi propio sentimiento y necesidad. Pero es gracias a esta que he encontrado el placer glorioso en las pequeñas cosas, detalles, sinsentidos, historias e imágenes.

Lloraré y lamentaré el día que me cuenta que es tarde para cambiar; por el momento eso no es algo que me pregunte. Y esta es mi excusa para actuar.

domingo, 8 de julio de 2012

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Me pregunto, acaso todo sigue su curso? de alguna manera nuestras acciones por más sencillas mueven ese engranaje universal, apenas una partícula en la galaxia.

Me pregunto si hago lo correcto, sigo acaso aquellos pasos que me tracé? o simplemente voy aminorando la marcha, marcando el paso a un ritmo cada vez más pesado.

Me pregunto cuantas horas he invertido frente a una hoja en blanco, cuantas hojas no he concluido y cuantos capítulos he releído.

Acaso si quiera rozo el camino trazado, en mi mente avistado. Interesante saber que no tengo respuesta, pero tampoco apremio por saberla.

O es que acaso simplemente tengo mucho sueño? Debe ser eso, me pregunto demasiado.

miércoles, 4 de julio de 2012

Anciano pensar

Poseedor de una destreza que le dio la oportunidad de salir de aquella cloaca y tener una vida decente. Ausente pensador, que en épocas de guerra contuvo sus instintos y se resignó a una vida honorable. Día tras día con una idea soberana de futuro perfecto, luchando y dejando de vivir por hacer lo correcto. Hábil bebedor de cabeza dura, con increíble fuerza y ganas de vivir. Un cholo, con poca visión de su realidad, con una familia tan pobre como numerosa.

Ser explotado era su don innato. Un roble ingenuo y generoso. Mira la maldad del mundo! Usa tu fuerza! Mata , muévete! ingenuo eres, resignado estas, nada más has de hacer, no con lo poco que tienes.
Esperaba en calma su futuro, tu sangre impetuosa te hervía con el pasar de los años. Agachaste la cabeza y continuaste padeciendo, un sufrimiento que bien merecido tenías, nunca debiste aceptarlo.

Sin embargo llegaste lejos, viejo maestro. A paso lento y con un acostumbrado tropezar, y tropezaste feo, anciano. Sembraste en la mente de cientos, sino de miles, tu forma de ver el mundo. Tontos, ilusos asumieron tu forma de ver la vida y ahora pagan las consecuencias de una vida sana. Los alejaste de la senda que verdaderamente querían cruzar, qué derecho tenías?

Consumías tu desgracia en alcohol, acaso tu único defecto. Asaltaste la juventud de una muchacha, pobre de ella, no sabía que era la felicidad; tú tampoco. Desgraciado eras y lloraste tu descendencia, eso no te lo merecías; pero qué sabe el destino de justicia? Conseguiste un lugar en el mundo, te endeudaste, querías una casa? la tienes. Querías un huerto verdad? lo tienes, lástima que ahora no puedas ver ni uno ni el otro.

Encerrado estas y no solo en 4 paredes, dentro de tu mente tienes una celda aún más pequeña. Acogedora quizá, solo puedo suponerlo. Sofocante, caliente, ahora torpe y senil. Gritas para ser escuchado y no oyes ni tus pasos. Ajeno a tu realidad venerando a un Dios que existe solo en tus alucinaciones. Anciano de risa postiza, nunca te vayas.

No te admiro, pero te respeto. Más aún respeto la mente que encierra tu cuerpo, me intriga, me asusta. No tus creencias, pero sí tus ideas. Ideas que poco a poco has ido desarrollando, que poco a poco has ido cultivando y ahora...olvidando.

Perezoso, necesitas de mi ayuda, me necesitas. No te atrevas a dejarnos, que tu presencia pasará desapercibida pero lo que representas se irá contigo lo sé. El último retazo de familia morirá contigo y tendrás la suerte de no ver eso.

Aprecio tu ánimo al tratar de cultivarme, aprecio que lo hayas intentado. Cuando el momento llegue extrañaré tu mirada dormida, incoherente razonar y sobre todo aquella sonrisa maltratada, de las muchas que he visto, la más sincera. Te alegra verme y a mí me alegra saberlo.